Santo Domingo.- Falleció en la madrugada de ayer el niño de siete años, Franklin Morillo, quien permaneció ingresado por 16 días en el hospital infantil Robert Reid Cabral afectado de rabia humana.
El niño había sido mordido por un perro infectado de rabia a principios de agosto pasado en el sector Simón Bolívar de la capital, cuando cruzó al colmado ubicado frente a la casa de sus padres a comprar un pañal desechable a su hermanito más pequeño.
El infante falleció a las 3:30 de la madrugada, siendo hasta el momento la persona que más tiempo ha permanecido con vida en el país afectada de esta enfermedad, que es totalmente mortal.Terapia
Morillo fue tratado bajo la terapia o método de Milwaukee, que consiste en un coma inducido por medicamentos, que hasta ahora ha dado resultado en dos casos en el mundo, ambos mordidos por murciélagos, pero ninguno por canino.
Morillo fue tratado bajo la terapia o método de Milwaukee, que consiste en un coma inducido por medicamentos, que hasta ahora ha dado resultado en dos casos en el mundo, ambos mordidos por murciélagos, pero ninguno por canino.
En lo que va de año en el país se han registrado tres casos de rabia humana, y este fue el segundo sometido a ese tipo de terapia. El primero fue el caso del niño Kelin Flores, procedente de Villa Penca, Haina, en abril pasado, quien falleció al séptimo día.
El niño fallecido ayer empezó a presentar síntomas de la enfermedad el 14 de septiembre pasado, por lo que su madre, Elisabeth Ramírez, recorrió varios centros de salud antes de que se le diagnosticara la enfermedad.
Con el método de Milwaukee se induce un coma por medicamentos hasta que el paciente desarrolle anticuerpos.
La rabia humana es una enfermedad mortal causada por un virus que ataca el sistema nervioso y se manifiesta con cansancio, cefalea, fiebre, anorexia, náusea, vómito, dificultad para comer, fobia al agua y a la luz, entre otros. La madre del niño explicó que cuando Franklin llegó del colmado le dijo que había sido mordido por un perro, pero que ella vio que fue un rasguño, por lo que lo lavó y no lo llevó al médico en ese momento, ya que pensaba que no era nada de peligro.
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