Los concursos de belleza para niñas, ¿deben prohibirse o reglamentarse?
Nota del editor: Kelly Wallace es corresponsal digital y editora de CNN que cubre temas de familia, carrera y vida. Es madre de dos niñas y vive en Manhattan, Estados Unidos. Lee sus otras columnas y sigue sus reportes en CNN Parents y en Twitter.
(CNN) — Los concursos de belleza para niños son bastante parecidos a la cobertura del crimen en las noticias locales.
(CNN) — Los concursos de belleza para niños son bastante parecidos a la cobertura del crimen en las noticias locales.
Los espectadores se quejan de que hay demasiado crimen en los reportes de noticias de la televisión, y sin embargo, las estaciones que cubren crímenes disfrutan de altos ratings. Las personas se quejan de que los concursos de belleza para niños explotan a las niñas; algunas de tan solo tres o cuatro años usan maquillaje, tacones altos y bronceados falsos, y sin embargo, los ratings de los reality shows como Toddlers & Tiaras de TLC son bastante altos.
No nos gusta la idea de estos concursos de belleza para niñas, pero parece que no podemos alejarnos. ¿Pero qué pasaría si, para empezar, no hubiera concursos para niñas?
No nos gusta la idea de estos concursos de belleza para niñas, pero parece que no podemos alejarnos. ¿Pero qué pasaría si, para empezar, no hubiera concursos para niñas?
El senado en Francia votó para prohibir los concursos de belleza para niños menores de 16 años y ahora la medida irá a la cámara baja del país para ser debatida y votada.
¿De dónde vino este impulso anticoncursos por parte de los franceses? Algunos legisladores señalan una fotografía controversial en Vogue en 2010, con una niña de tan solo 10 años con tacones altos y maquillaje sexy.
Los concursos sexualizan a nuestras niñas, dijeron los legisladores en Francia, y a juzgar por la respuesta a nuestra petición para comentar en la página de Facebook de CNN, muchas personas en Estados Unidos concuerdan.
“Qué contenta estoy de que, finalmente, algunos abran los ojos completamente y se percaten de que los concursos de belleza para niñas deben prohibirse”, dijo Darlene Eckerman de Amarillo, Texas, Estados Unidos, en un mensaje de correo electrónico. “Las madres son las culpables aquí: enseñar a tu hija a ser sexy y atractiva a una edad tan temprana y tierna cuando no están listas para esa explotación”.
Samntha Biswas, también a través de un correo electrónico, dijo, “no se trata de vivir vicariamente a través de tu hija. Se trata de permitir que la niñez y juventud de tu hija sean robadas por el maquillaje, shows de moda, tacones y vestidos”.
“Poner maquillaje en sus rostros y peinar su cabello, etc., por Dios, despierten”, dijo Charlie Caissie. “Estas son niñas, por amor de Dios, no adultas. Déjenlas decidir por ellas mismas a una edad apropiada si quieren buscar esto cuando sean adultas”.
La psicóloga Wendy Walsh dijo que el peligro aquí es normalizar el comportamiento que alguna vez fue considerado como extremo y extraño. “¿Y ahora parece estar perfectamente bien que una niña de seis años camine con botas con tacón alto y shorts cortos y golpee sus glúteos cuando baila por una pasarela? ¡Vamos! Eso es lo que hace una stripper”.
Otros expresaron temores sobre quién podría ver estos concursos.
“Cada vez que pienso en los concursos de belleza para niñas, me preocupo por todos esos pedófilos que los ven. ¿Por qué una niña necesita estar tan sexualizada?”, preguntó un lector de CNN.
Por otro lado, hay mamás como Anna Berry de Littleton, Colorado, Estados Unidos, quien dijo que su hija de 13 años, Ashley, era tan tímida que ni siquiera podía ordenar en un restaurante. Después de que comenzó a aparecer en concursos “naturales” (donde no se permite maquillaje), mejoró su autoestima. Y ahora, como Señorita Heartland Junior Teen, habla a niñas en todo el país sobre sus experiencias con el bullying, algo a lo que se enfrentó cuando las niñas estaban celosas de su éxito en el circuito de los concursos.
“Es un modelo a seguir para muchas y su confianza de levantarse y hablar fue producto de su autoestima mejorada a través de los concursos”, dijo Berry, quien dice que Ashley puede ser entrevistada y hablar con más confianza que la mayoría de los adultos. “Estas son habilidades que la beneficiarán durante toda la vida… así como me beneficiaron a mí mientras crecía en los concursos”.
Valerie Best, directora del Concurso BEST Shining Stars, que se lleva a cabo en el sur de Indiana, también está en contra de prohibir los concursos para los niños y niñas. Dijo que solo porque algunos sistemas de concursos “los llevan demasiado lejos” (el suyo no permite “cabello, peinado y dientes falsos o mucho maquillaje"), definitivamente no deberían prohibirse.
“La sociedad se apresura demasiado a juzgar algo con lo que no están familiarizados”, dijo Best. “Un concurso apropiadamente no es diferente a niñas que compiten en gimnasia, una función escolar o cualquier otra cosa que tenga un marcador o que sea juzgado. Enséñales a las niñas a ser individuos fuertes y con confianza y verás cuán lejos llegan en la vida”.
Wynn Westmoreland, de Atlanta, apareció en concursos escolares a partir de sexto de primaria y compitió en el concurso de la Universidad de Georgia, que es parte del programa de Miss America.
No cree en una prohibición legal.
“No es una cuestión del gobierno”, dijo Westmoreland. “Es una cuestión social y familiar”.
Cree que los organismos de certámenes deben reunirse y crear una nueva regla que solo permita que las niñas entren cuando tengan una edad en la que puedan escoger qué quieren hacer, alrededor de los nueve, 10 u 11 años de edad.
“No me gusta cuando los niños que no pueden tomar sus propias decisiones son forzados a estar en concursos y allí es cuando veo el exceso de glamour en las niñas”, dijo Westmoreland, quien es coordinadora de medios y escritora para el blog de comida de CNN, Eatocracy. “Ni siquiera se ven como niñas. Se ven como objetos”.
Tish Howard, una exdirectora de escuela, no es fanática de los concursos para niñas, pero como Westmoreland, cree que el gobierno no debería decidir qué programas son aceptables para los niños.
“Creo que prohibirlos es una situación resbaladiza donde el gobierno comienza a dictar qué actividades pueden o no poner a disposición los padres a sus hijos”, dijo Howard. “Creo que podríamos establecer pautas sobre qué constituye y qué no constituye la promoción de explotación sexual de niños en cuanto a rutinas y vestimenta”.
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