(CNN) - Las autoridades rusas han acusado de piratería a los 30 activistas que viajaban a bordo de un barco de Greenpeace, después de que dos de ellos trataron de escalar una plataforma petrolífera en una protesta contra la perforación del Ártico el mes pasado, según informó el Comité de Investigación de Rusia.
La vista judicial comenzó el miércoles y terminó el jueves y si son declarados culpables, los 28 activistas y los dos periodistas independientes que viajaban en el barco podrían ser condenados hasta a 15 años de prisión.
La vista judicial comenzó el miércoles y terminó el jueves y si son declarados culpables, los 28 activistas y los dos periodistas independientes que viajaban en el barco podrían ser condenados hasta a 15 años de prisión.
Ninguno de los 30, que provienen de al menos 18 países, se declaró culpable, dijo el comité.
Los acusados incluyen a los estadounidenses Peter Wilcox, que es el capitán del Arctic Sunrise, y Dmitry Litvinov, que, además, según Greenpeace también tiene ciudadanía sueca.
Ellos fueron arrestados después de que dos de los activistas abandonaran el Arctic Sunrise y trataran de subir al lateral de una plataforma petrolera propiedad del gigante energético ruso Gazprom en el Mar de Barents el 18 de septiembre.
La guardia costera rusa detuvo a la pareja y el resto de la tripulación del Arctic Sunrise, y remolcó el barco hasta el puerto ruso de Murmansk, al noroeste del país.
Greenpeace dijo que los dos activistas estaban tratando de colgar un cartel en el lateral de la plataforma donde el grupo llama a una protesta pacífica en contra de la "destrucción lenta pero inexorable del Ártico".
Pero las autoridades rusas les acusan de tratar de hacerse con el control de la plataforma. Las autoridades y Gazprom también dicen los activistas pusieron en peligro la vida de los empleados de la compañía y que su acción podría haber llevado a un desastre ambiental.
Los abogados que actúan en nombre de Greenpeace han presentado recursos ante el tribunal pidiendo la liberación de los acusados, según dijo el jueves Greenpeace.
"Nuestros activistas han sido acusados de un crimen que no cometieron. Se les acusa de un delito imaginario", dijo el jueves el director ejecutivo de Greenpeace Internacional Kumi Naidoo. "No puede haber ninguna duda acerca de por qué se les acusa de piratería. Están intentando intimidarnos, pero nuestra tranquila y apasionada campaña contra Gazprom y el resto de los perforadores del Ártico no será silenciada", aseguró el activista.
La acusación de piratería es "exagerada", dijo Phil Radford, director ejecutivo de Greenpeace en EE.UU a CNN a principios de esta semana. "Creo que ellos (los fiscales rusos) lo mantendrán hasta el final del juicio", dijo Radford. "Gazprom está utilizando su influencia política para que los tribunales acaben con estos manifestantes pacíficos. Es una acusación grave y exagerada. Han recurrido al cargo de piratería, porque es la única manera de salvar la cara tras haber detenido ilegalmente a estos activistas y periodistas".
El presidente ruso, Vladimir Putin, indicó que no considera que los manifestantes sean piratas, pero el primer ministro Dmitry Medvedev, citado por la prensa rusa, dijo el miércoles: "Los problemas ambientales no se pueden utilizar como pretexto para actos ilegales, no importa qué consideraciones nobles tengan tales actos. Ellos no pueden manifestarse usando métodos ilegales o peligroso para las personas y las instalaciones tecnológicas".
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