WASHINGTON, 25 de agosto.— El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió ayer en la Casa Blanca con sus asesores de seguridad nacional para analizar las opciones militares en Siria, informaron fuentes de la residencia oficial.
En tanto que el gobierno sirio advirtió a Estados Unidos que atacar su país “no será un picnic para nadie bajo ninguna circunstancia, porque una agresión tendría graves repercusiones y sería una bola de fuego que haría arder todo Oriente Medio”.
En extractos de una entrevista difundidos por la televisión estatal siria, el ministro de Información, Omran al Zubi, consideró que las presiones de Estados Unidos son una “pérdida de tiempo”, y señaló que el gobierno sirio “continuará su combate contra el terrorismo hasta el final”.
Obama ha expresado cautela acerca de una intervención militar estadunidense sin el respaldo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), como respuesta al supuesto uso el miércoles de gases tóxicos por parte del régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, contra los rebeldes que rechazan su gobierno.
El miércoles, la oposición siria denunció que el gobierno había perpetrado un ataque con armas químicas y que la ofensiva presuntamente dejó mil 300 muertos.
La emisora Voz de América informó que el gobierno de EU “no puede determinar todavía de manera concluyente” que se usaron armas químicas en un ataque en Siria.
Por su parte, el jefe del Pentágono, Chuck Hagel, declaró a la prensa que el presidente Obama solicitó un “menú de opciones militares”.
Reciben a enviada de la ONU
Mientras tanto, la representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Angela Kane, llegó ayer a Damasco para pedir al gobierno de Siria que permita el acceso de una misión especial para investigar el presunto ataque con armas químicas.
Kane se reunirá con las autoridades sirias con el fin de conseguir que permitan a los inspectores de la ONU, que ya se encontraban en la capital siria, acceder al lugar donde presuntamente tuvo lugar el ataque con armas químicas.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, afirmó, tras reunirse con su homólogo sirio, Walid Muallem, que el régimen de Al-Assad permitirá la inspección de los enviados de la ONU, destacó la firma Stratfor.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, reiteró ayer su acusación contra el régimen sirio por la matanza con armas químicas. “Todos los indicios conocidos apuntan a que Damasco cometió la matanza con armas químicas y que el régimen de Bashar al-Assad está detrás”, dijo Fabius en Ramallah, territorio palestino en Cisjordania.
Mientras tanto, destacados militares de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Turquía y varios países árabes, entre otros, se reunirán la próxima semana en Amán, la capital de Jordania, para analizar la situación y los efectos colaterales del presunto uso de armas químicas cerca de la capital siria, informó la agencia estatal de noticias jordana.
El Consejo General para la Revolución informó de nuevos combates y ataques aéreos en áreas próximas a Damasco. La oposición en el exilio había declarado antes que iban a procurar que los inspectores de la ONU no tuviesen nada que temer por parte de los rebeldes en sus salidas al este y el sur de la capital.
Régimen sirio se lava las manos y culpa a rebeldes
El régimen sirio acusó ayer a los rebeldes de haber sido los autores del presunto ataque con armas químicas que habría matado a más de mil personas el pasado miércoles.
El ministro sirio de Información, Omran al Zubi, afirmó que el gobierno de Damasco “nunca usó armas químicas”, rechazando así las acusaciones de la oposición al régimen del presidente Bashar al-Assad.
“Nunca hemos usado armas químicas en Siria, en cualquier forma, ya sea líquida o gas”, declaró en una entrevista con el canal de televisión Al Mayadin, según extractos difundidos por la televisión estatal siria.
El miércoles presuntamente se lanzó una ofensiva química. La oposición denunció que ese ataque habría provocado mil 300 muertos y acusó al régimen de haber cometido el ataque con gases tóxicos.
Por su parte, la oposición siria negó que los rebeldes hayan recurrido a armas químicas y afirmó que las acusaciones del régimen al respecto buscan desviar la atención de sus propios crímenes.
“La Coalición Nacional Siria rechaza en bloque las informaciones falsas propagadas por el régimen de Al-Assad y considera que se trata de un intento desesperado de desviar la atención de sus repetidos y metódicos crímenes contra civiles sirios”, indicó en un comunicado.
Confirman presencia de neurotóxicos
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) confirmó ayer la “exposición masiva de un agente neurotóxico” en las inmediaciones de Damasco, Siria, en donde el miércoles atendieron a tres mil 600 personas con síntomas causados por sustancias químicas.
Afirmó que la mañana del miércoles tan sólo en tres horas recibieron a tres mil 600 personas con síntomas que corresponden a los provocados por un ataque químico, de las cuales 355 murieron.
Desde 2012, MSF ha proporcionado medicamentos, equipo y apoyo técnico en varios hospitales en Damasco, pero debido a los riesgos, su personal no ha tenido acceso pleno a las instalaciones.
MSF aseguró que su personal médico en la zona reportó “un gran número de pacientes que llegaron con síntomas que incluyen convulsiones, salivación excesiva, pupilas contraídas, visión borrosa y dificultad respiratoria”.
El director de Operaciones de MSF, Bart Janssens, detalló que los pacientes fueron tratados con atropina, un medicamento utilizado para tratar los síntomas neurotóxicos.
Por otra parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) anunció que 322 personas murieron, entre ellas 54 niños, víctimas de “gases tóxicos” en el presunto ataque del miércoles.
“El OSDH contabilizó 322 muertos, entre ellos 54 niños, 82 mujeres y decenas de rebeldes, además de 16 cuerpos no identificados”, indicó la ONG en referencia a ese ataque, por el cual el régimen de Bashar al-Assad y la oposición se acusan mutuamente.
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