(CNN) - El viernes, la policía disparó balas de goma para dispersar a las multitudes que le prendían llamas a los negocios como ataques en contra de los extranjeros dispersos en Johannesburgo.
Los residentes, armados con machetes y entre gritos y cánticos, le prendieron fuego a los negocios que eran propiedad de extranjeros, entre ellos un taller nigeriano en la ciudad más grande de la nación.
Inmigrantes que portaban ladrillos acusaron a la policía de no hacer lo suficiente para protegerlos mientras los negocios se incendiaban.
Seis personas murieron
La violencia dirigida a los negocios de inmigrantes comenzó recientemente en la ciudad portuaria de Durban, donde dos extranjeros y tres sudafricanos fueron asesinados. Los residentes han acusado a los inmigrantes africanos de tomar sus empleos y cometer crímenes. La tasa de desempleo en Sudáfrica es del 25%, de acuerdo con cifras del gobierno.
El presidente Jacob Zuma respondió fuertemente a la afirmación, al decir que su gobierno está abordando los problemas sociales y económicos expresados por los ciudadanos. Él dijo que los inmigrantes contribuyen con la economía de la nación mientras proporcionan algunas habilidades.
"Si bien algunos ciudadanos extranjeros han sido arrestados por varios crímenes, es engañoso y equivocado etiquetar o considerar que todos los ciudadanos extranjeros están involucrados en el crimen en el país", dijo Zuma.
A medida que la violencia se extendió a otras ciudades, los inmigrantes aterrorizados buscaron una solución. Otros huyeron, y buscaron refugio en las estaciones de policía de las principales ciudades.
"Están utilizando esto como chivo expiatorio", dijo Jean-Pierre Lukamba, un inmigrante de la República Democrática del Congo.
"Todos los días, los inmigrantes viven en medio de este fuego. No son solo ataques. Es xenofobia institucionalizada. El gobierno debe hacer algo. Esas personas no están enojadas simplemente sin razón. Quieren electricidad, quieren empleos, quieren agua".
'No entienden la historia de África'
Lukamba dijo que él es parte de una organización que intenta negociar entre ambos lados.
"'Ellos no entienden la historia de África; si así fuera, sabrían que cada uno de nosotros somos uno", dijo.
Miles huyeron a refugios temporales; el grupo de asistencia Gift of the Givers afirma que alrededor de 8.500 personas están escondidas esta semana en centros de refugio o estaciones de policía debido a la violencia. Las cifras no incluyen a aquellos que se han ido a vivir con amigos o familiares.
El grupo de asistencia dijo que tiene un centro en Johannesburgo para ayudar a aquellos que puedan necesitar refugio.
"Ha habido un torrente de apoyo por parte de sudafricanos comunes y corrientes que están indignados por los ataques no solo porque son extranjeros, o africanos, sino porque también son seres humanos", dijo Gift of the Givers.
"Estamos preparando paquetes de asistencia para quienes vayan a viajar a sus países de origen".
La policía ordenó trabajar las 24 horas del día
Aunque Zuma ha condenado los ataques y apeló por la calma, la violencia se extendió desde Durban hasta Johannerburgo.
"Ninguna cantidad de frustración o enojo puede justificar los ataques contra extranjeros y el saqueo de sus tiendas", dijo. "Los ataques violan todos los valores que Sudáfrica representa, especialmente el respeto a la vida humana".
Zuma dijo que le ha ordenado a la policía que trabaje las 24 horas para proteger a los ciudadanos inmigrantes y arrestar a los responsables.
En el pasado, Johannesburgo ha sido el epicentro de tensiones en contra de inmigrantes.
En 2008, docenas murieron en ataques en las áreas más pobres de Johannesburgo. La mayoría de las víctimas eran zimbabuenses que habían huido de la represión y las terribles circunstancias económicas. En esos ataques, la policía arrestó a más de 200 personas en diversos cargos, entre ellos violación, asesinato, asalto y robo.
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